Las enfermedades crónicas que implican tratamientos continuos y malestares frecuentes pueden influir en la motivación para interactuar socialmente. Condiciones como la artritis, el cáncer u otras enfermedades de larga duración pueden fomentar un estado de reclusión y soledad. Problemas de Salubridad mental como la depresión, la ansiedad y otros https://relaciones-de-pareja57890.isblog.net/la-última-guía-a-cómo-mejorar-la-comunicación-49530016