¡Ojalá pudiera, oh divino Corazón, consagrarte tantas adoraciones, tanto simpatía y tanta edén como Tú consagras a tu inmarcesible Padre! Sé el reparador de mis defectos, el protector de mi vida y mi amparo en la hora de mi muerte. Esta Agudeza te la pido aún para los pobres https://classifylist.com/story19059138/consideraciones-a-saber-sobre-oraciones